Otermin: como juega el intendente de Lomas de Zamora

El intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín ocupa un secretariado en la mesa de conducción del PJ Nacional, que lidera Cristina Fernández de Kirchner. Fue presidente de la Cámara de Diputados bonaerense con Kicillof como gobernador. Genera diferentes acuerdos políticos y de infraestructura con el mandatario provincial y sus funcionarios. Hace unos días participó del traspaso de tierras de la UNLP a la provincia, un hito histórico de la Reserva Natural Provincial. Su esposa, Daniela Vilar es ministra de Ambiente de Kicillof. Las rémoras de Insaurralde y de Máximo.

Es un cinco que marca el mediocampo, o es un nueve que espera hacer goles? Tal vez funciona como distribuidor, un buen 8 que lleva y da pases para que funcione el equipo. O finalmente es un hábil, que se presenta esquivando a todos los rivales para convertirse en un ídolo. Aún está por verse lo que pasará en éste entretiempo político, entre La Cámpora y al Kicillofismo.

El mismo día que Axel Kicillof lanzaba su MDF (Movimiento Derecho al Futuro) la Mesa de conducción del PJ Nacional, encabezada por la ex presidenta Cristina Fernádez de Kirchner hacía la propio pero con la finalidad de «organizar» al peronismo. Pareciera ser que se le escaparon algunos dirigentes de peso y con poder popular, aunque a decir verdad no se invitaron, ni hubo dirigentes de ambos bandos en los actos de uno ni del otro.

Es así, que en ése primer encuentro del PJ Nacional eligieron autoridades. Al intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín le tocó la secretaría de Comunicación. Salió luego a difundir su orgullo por la designación a través de las redes sociales con un agradecimiento a la presidenta.

Los multimedios poco afines al peronismo y a adeptos los análisis anti K, salieron de inmediato a sembrar más divisiones. Y lo que supone ambiciones de políticos, y de medios de difusión no son lo mismo para militantes y simpatizantes del peronismo y del kirchnerismo. Estos últimos piden en todos los foros de discusión barriales, y donde se generen espacios de debate, la urgente unidad del campo nacional y popular para fortalecer, en especial, las ideas de un peronismo que está latente pero que no se da en la práctica.

«Que un partido provincial no puede organizar al peronismo; que no era momento para lanzamientos, más cuando está caliente la estafa cripto lanzada por Milei»; y otras excusas fueron las que expusieron algunos dirigentes cristinistas. Lo cierto es que las mayorías populares, de militancia -no funcionales al poder- creen que son tensiones de fuerzas para saldar un hecho que siempre motivó discrepancias: quien colocará más candidatos en las listas. También está la certeza de cuantiosa militancia del campo nacional y popular, que cree en la falta de compromiso de diputados, senadores y gobernadores que pasaron a formar parte del ideario libertario por dádivas a cambio.

No existe autocrítica en ninguna de las fuerzas pero si en la militancia no funcional al poder, es lo que se oye en las reuniones. Y los que son funcionarios de segundas y terceras líneas lo dicen en privado, aunque no lo discuten en las gradas de debates y capacitaciones políticas. Porque la idea es Cristina o Axel. O mejor dicho, lo que más suena es: Con Cristina todo; sin Cristina nada.

Y en cierta medida, tienen razón en todos los debates por varias cuestiones: Cristina tiene un poder latente, de apoyo popular y votos muy importante. Además tiene soporte político de figuras de nivel internacional. Y Kicillof, hoy es el dirigente con más poder en la provincia de Buenos Aires, un Distrito que tiene 15 millones de electores, castigado por las políticas anti Estado ejecutadas por el presidente de la Nación, Javier Milei. La búsqueda de la Jefa «Karina» es destronar al peronismo de la provincia. Busca de todas maneras, generar presión política, judicial o como fuera para «inmovilizar y proscribir» a Cristina como candidata -en caso que decidiera hacerlo- y posibilitar tal presión económica sobre la provincia, con el fin de ahogarla para que se caiga un gobierno electo democráticamente y por ende, la imagen de Kicillof.

Este cuadro de emergencia hace que muchos electores que eligieron a Milei en 2024, comiencen a dejar de lado ése odio inculcado desde las usinas del poder, en contra del peronismo por sentirse defraudado por el libertario. Y destacan que no lo hacen porque crean que en el peronismo son malos, corruptos u cualquier otro mal endilgado, sino porque saben que la construcción de trabajo, derechos, inversión en infraestructura y soberanía nacional, viene a reparar siempre a los sectores de clase media y baja, en defensa de las mayorías, y no de los bancos y millonarios.

La discusión es pronta, no hay espacios para soportar más embates y, porque la ruptura del tejido social en Argentina es cada día más profunda.

Insaurralde y Máximo, las rémoras de las discusiones

La salida de Insaurralde como jefe de Gabinete por denuncias ante el escándalo de corrupción, sigue latente. Intendentes aún en actividad, escuchan al ex jefe político, ahora oculto, aunque muchas veces se lo ha visto en el parque Eva Perón, en Lomas de Zamora, lugar donde tenía su búnquer para reuniones. La idea de funcionarios de importancia como Otermín, Vilar, Santarelli, De Jesús, Mantegazza y otros, son vínculos que tejió Insaurralde en la provincia con Axel Kicillof como gobernador, a merced de la cuña que impulsó Máximo Kirchner.

El acuerdo político Insaurralde-Máximo K, fue de poder para mantener controlado al gobernador y de alguna manera, ponerle un pie en la espalda al posible crecimiento y armado político futuro. Con la salida del ex intendente de Lomas de Zamora, el andamiaje tejido en el centro del poder bonaerense del insaurraldismo camporista, se destejió hilo sobre hilo, y perdió sustento.

Eso liberó a Kicillof quien rápidamente hizo cambios estructurales y se blindó con gente de su entorno, aunque mantuvo discrecionalidad con funcionarios/as que funcionan, como es el caso de Daniela Vilar.

Se rearmó rápidamente en las filas oterministas el poder que habían logrado sustentar en las urnas y lo trasladaron a la gestión, escuchando y generando contactos con provincia, al tiempo que busca como zanjar políticas de Estado que le sirvan a la gente, pero con cero coparticipación del Estado Nacional libertario.

La cuestión que se viene es el armado. En ámbitos privados del intendente Otermín, aseguran que convienen elecciones desdobladas como propone el gobernador bonaerense, y no las concurrentes, como asegura su jefa política CFK. La piedra que observan y que apuntan los adeptos de la oposición, es el factor «seguridad». Caballito de batalla de la derecha clásica y que funciona bien en ciertos sectores ávidos de sangre y represalias.

De cumplir con la Ley que fulminaría las PASO (elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) en todo el país -salvo el macrismo que pide suspenderlas sólo por éste año- la provincia de Buenos Aires iría a elecciones desdobladas separadas de las nacionales. Algunos meses para generar acuerdos, debates, enamorar de nuevo con proyectos y más que nada, cumplirlos. Los intendentes son pieza clave para recomponer fuerzas legislativas, en especial los de la Tercera sección electoral que renueva 18 bancas.

Otermín es un funcionario joven, con capacidad de conducción que se va dando con mayor fuerza a medida que gobierna, aunque necesita generar toma de decisiones estratégicas y distancia de ciertos políticos, si quiere tener su impronta personal. Tendrá que decidir cómo establecer acuerdos, con cintura política a la hora de representar a los argentinos en su función partidaria, y a los lomenses y bonaerenses como intendente.

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